lunes, 28 de marzo de 2011

Reporte Nº1 de la Investigación Etnográfica sobre los hombres topos 1.

Por Dr. Butifarra Abramov (Doctor en Antropología Orquestal de la Universidad Betrunken Schweinsteiger, Dresden. Alemania)


Luego de dos meses de sistemática observación y trabajo de campo, junto un equipo de 15 profesionales de distintas disciplinas del área de las astrofísica, la metafísica, la antropología, arqueología, quiroprácticos, geólogos, neurólogos, magos, cirujanos plásticos, entre otros, hemos podido llegar a algunas aproximaciones base, para los objetivos comprendidos en nuestra investigación, que muestran revelaciones intensas sobre las condiciones actuales de la vida de los hombres topos:

1. Los hombres topos, desfazados (de fazo), vueltos pedazos de mitocondria, corren, o más bien reptan, por ahí apagados por la confusión que trajo una nube de aquellas que parecían extintas, pero que en su inmanencia se hizo caprichosa y extensiva. Luego de dos meses de observación se puede concluir que cada uno de estos hombres topos no sale jamás de su escondite. Olvida constantemente las cualidades de la superficie. Parece ser que se han asentado en la base de la conformidad de las profundidades reticentes a la luz. Vemos, en esta especie, que finalmente una nueva agonía en el curso de la historia. La decadencia se asienta en una mesa a tomar el té de las 5 de la tarde, llegando como huésped sospechoso, y más bien, inesperado (quizás porque siempre había estado presente en la reunión, pero no se pensaba que era un adicto a los tecitos de mierda que se servían ahí). Ya en realidad es demasiado tarde, y la falta de azúcar se ha hecho escandalosa.

2. Apropósito de escándalos, los hombres topos han multiplicado sus capacidades de asombro. El espectá-culo se ha configurado como una práctica habitual desde las profundidades del subterráneo. La espectacularidad ha sido una constante en los hombros topos, quienes dentro de los canales de la oscuridad aún sorprenden con frases compuestas, con palabras asombrosas, creatividad que seguramente es inalcanzable para otros seres, especies o habitantes de esta galaxia. Al parecer su idiotez e hipocresía ha sido recompensada, por las divinidades de la tierra, con un amplio nivel de habilidades circenses y pelotudas que utilizan con gran algarabía para dar a entender un conjunto de chorradas que se hacen imprescindibles en el ámbito del humor y la voludez.

3. A la vez, el (re)lleno de concavidades se ha vuelto tarea de los hombres topos, quienes fastidian constantemente el curso de las siembras, en su agobiante ejercicio de suplicar por chocolates tostados en algún lugar perdido en medio del caribe. Parece ser que ese romanticismo, que algunos médicos y fisioterapeutas han dicho “es la única forma de comprobar que los hombres topos tienen alma”, se ha vuelto en una suerte de tristeza, permanente y propia de un servilismo nostálgico e impermeable a la realidad. Esta es una de las características que más me ha asombrado en estos meses de observación (aunque creo que el asombro es parte de convivir con este tipo de seres por tan prolongado tiempo.

4. Los hombres topos parecen, a todo esto, tener una estructura reproductora sofísticamente perfecta. Conjeturan acerca de los beneficios de ser meta-sexuales, o sea que se encuentran al nivel de las amebas del planeta VXC1, donde cada vez es más difícil respirar por la superioridad sexual, el orgullo orgásmico y los límites de la inteligencia artificial. Los hombres topos, son muy topos para hacer/sentir lo que ellos llaman “amor” (lo cual está lejano a la existencia del alma según expertos y teócratas masturbados por la teórica multitud), ya que pretenden con esta forma post-sofisticada el alejamiento de aquellos sentimientos ilusorios (como les encanta llamarlos) limitando su sensibilidad a las noches, mañanas y tardes de masturbación en el espejo. Lo cual ha sido permitido por la santa estructura de la metástasis llamada “Iglesia de hombres topos”, la cual alberga a los interesados en vivir/morir en un mundo mejor, que queda como a 15 cuadras después del Mac Donald cruzando el Santa Isabel.

5. Hay que decir que también, en el marco de la decadencia en la mesa del té (día de observación Nº15, fecha 8 de Marzo) ciertos juegos y luchas constantes son sostenidas entre los hombres topos con los hombres cangrejos, las cuales se han vuelto batallas agobiantes y épicas en la historia de las moscas (claro). Los residuos de aquellas batallas son parte del festín de la putrefacción con la que han dejado plagados los túneles de distintas ciudades subterráneas. La muerte de civiles, si podemos hablar de ellos, a causa de actitudes gorilas y burócratas de corte estalinista, es una constante, que se presenta como la segunda causa de muerte, después del ahorcamiento por sobre-endeudamiento en casas comerciales.

Creo que seguiré relatando lo visto en nuestra etnografía sobre los hombres topos en mi siguiente informe. Un cordial saludo a los/as lectores y agradezco el financiamiento de la United Pilsen de la Esquina Association (UPEA) para la realización de esta investigación que de seguro reportará más elementos a la humanidad para la comprensión de estos enigmáticos seres.

Butifarra Abramov

1. Este estudio es financiado por la United Pilsen de la Esquina Association (UPEA). Fondo Concursable: “Cosas raras y weas extrañas”. Convocatoria 2010. Nombre del Proyecto: “Los enigmático hombres topos ¿Quiénes son?, ¿dónde van?” Abramov, Butifarra.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Anotaciones y Reflexiones en torno a la dialéctica marxista y el << conflicto social >>.

Escrito a partir del texto << Por el necesario (y demorado)retorno al marxismo >>, del profesor Atilio Borón, en el curso La teoría marxista hoy – Problemas y Perspectivas, impartido por Consejo Latinoaméricano de Ciencias Sociales (CLACSO) y el Programa Latinoamericano de Educación a distancia en Ciencias Sociales (PLED).

Primero debo agradecer al profesor Atilio Borón por su presentación, que está desarrollada con mayor profundidad en el artículo de << Por el necesario (y demorado) retorno al marxismo >> , en teoría marxista hoy problemas y perspectivas. Solo quería felicitarlo y además agradecer el tratamiento de la dialéctica que, desde su óptica, ofrece más que el imperativo metodológico tan bien esbozado y criticado por Kosik, en términos de una regencia particularista y sustancialista a la dialéctica, que nada tiene que ver con la sustancia dinámica de la cosa en sí, y menos con la dialéctica marxista, que sin caer en esencialismo idealista, hace referencias a una síntesis práctica, humanizada e histórica, de la actividad del hombre/mujer.

Para trabajar la primera clase propongo analizar y ejemplificar dialécticamente la situación (desigual) de Chile. Aún sin un gran conocimiento acabado de lo que se refiere a esta formación social, con su patrón de acumulación específico, el conjunto de particularidades, la idea sería trabajar un tema general como lo es el gobierno del << neo-derechista >> de Piñera(con al convivencia desigual de facciones en la composición heterogénea de un proyecto de clase) como fenómeno o expresión contradictoria de un conjunto de relaciones sociales marcadas por << la necesidad >> de una transformación revolucionaria, en el marco de las desigualdades, pobrezas, precarización, represión, etc., en el análisis de la totalidad concreta. Es algo en lo que me encuentro trabajando, pero creo que es imposible presentarlo como el trabajo de una semana, o de tan solo una clase, ya que reviste un análisis histórico, de la meta-estructura (Bidet), de la lucha de clases, de los dispositivos de disciplinamiento, control, etc., en la (re)constitución de una subjetividad, etc., a través de vínculos y nexos que se encuentran articulados y altamente diferenciados.

Con respecto a lo señalado en el texto sobre la “omnipresencia del conflicto social” tengo mis aprehensiones. Por una parte parece resaltarse la omnipresencia como una ley orgánica social, en la constitución de las relaciones sociales que si es usado como doxma puede desligar los análisis concretos de la realidad por una sentencia categórica e imperativa que puede imprimir de simplismo los análisis en cuestión. Por otra parte “conflicto social” parece provenir de una visión funcionalista en el área de la sociología, por lo cual no entronca con la idea de lucha de clases, sino que se presta para una arbitrariedad oportunista en cuanto a un análisis de, por ejemplo, la lucha de clases misma, en un espacio histórico determinado, como centralidad en cuanto al análisis y praxis marxista revolucionaria, decodificándola en relación a aspiraciones liberales y pequeño-burguesas (eso se ha visto en la historia del análisis de lo que llamamos " sociedad ").

En éste sentido podemos decir de que no responde a un “conflicto social” etéreo, sino que responde a las condiciones de reproducción, autocreación, en un totalidad concreta, de/por las relaciones sociales, y por lo cual, naturalizar la idea de << conflicto social >> sin plantear sus “usos” económicos en el campo de la disciplina o de las ciencias sociales, puede dejar abierta un espacio para la interpretación oportunista-liberal, que no aterriza, contextualmente, las características del mismo conflicto, con la incorporación de “nuevas” formas de exclusión, explotación, invisibilización, colonización y represión. En ello es importante darle el contenido real y semiótico de lo que se entiende como <> desde una perspectiva de la emergencia de “ nuevos actores y sujetos/as ” (“ nuevos ” desde el prisma de “Un” marxismo), y en lo que esto alimenta, retrospectivamente una crítica política y epistémica, al mismo arsenal del marxismo, desde su naturalización del conflicto sociales como “ ley ”, sin “actores” sociales.

Desde lo anteriormente señalado es que La lógica de la contradicción, entendiendo la lógica de la historia como contradictoria y sintomática, podríamos decir que la conceptualización y categorización del << conflicto social >> se instala en el espacio de la esencia y la apariencia, en el marco del análisis dialéctico. Es lo que bien explica Gadamer en su estudio sobre la lógica en Hegel, o la dirección que Kosik nos ofrece en la relación de las categorías utilizadas por Marx en el marco de El Capital, en referencia a metodológicamente sobre la falsa conciencia y comprensión real de la cosa, la contradicción presente en la reproducción de las relaciones sociales capitalistas:

Fenómeno esencia
Mundo de la apariencia mundo real
Apariencia externa del fenómeno ley del fenómeno
Existencia real núcleo interno, esencial.
Movimiento visible movimiento real interno

El carácter radical del método dialéctico es la idea sentada en la descomposición señalada en términos hegelianos en la fenomenología del espíritu. El mundo de las representaciones, los fenómenos, sus mediaciones, sus contradicciones internas, etc., que no quedan de pie, al ser articuladas a una totalidad concreta. El movimiento del pensamiento y la reflexión, la distinción, la negación como elementos que identifican alienación, cosificación y reificación presentan una muestra del poder (des)constructivo de la dialéctica y su comprensión superior de la realidad, más allá del empirismo situacionista, de los paradigmas de la super-determinación (aquí no hablamos de condicionamiento) de las partes al todo, y del todo a las partes. Su forma dinámica de entender un devenir es lo que presenta una radicalidad en entender y reflexionar sobre la historia y las relaciones sociales (y el sujeto mismo).

La conceptualización en los “ mercados lingüísticos ” ofrece una serie problematizaciones para desentrañar el contenido semántico, articulado a una expresión académica de clase (social), y su expresión en el marco de una totalidad concreta que lo conforma de sentido y de existencia. Este ejercicio de moverse en cada espacio para desfalsificar el (des)uso de categorías muestra claramente su real esencia en función con los agentes discursivos, el texto, la situación contextual y la red de (inter)comunicaciones en la formulación de discursos que objetualizan la categoría “ conflicto social ” como un elemento apropiable, asible a un espacio de referencia único (o hegemónico) que es necesario, en nuestro caso, disolver, por motivos epistémicos y políticos.

En la actualidad el marxismo libra aún la constante “ lucha interna ” (externalizada en la banalización) sobre el determinismo estructuralista y la dialéctica idealista. En el plano de estas tradiciones que se enlazan en algunas experiencias teóricas en el siglo XX y XXI, vamos viendo el inicio de una gesta que marca un camino a la (seudo)intelectualidad común y silvestre que habita los espacios de la academia, y al espectro de las organizaciones revolucionarias que requieren de elementos de concreción en análisis de la situación política, en cuanto a la correlación de fuerzas, las tendencias en la lucha de clases, los cambios en los patrones de acumulación, etc.

Luego de una ortodoxia-dogmática en el marxismo, como corriente hegemónica de “ lo que se entiende por marxismo ”, en términos generales, ofrece un panorama sombrío en el cual me hace pensar que no necesariamente estamos vacunados por la tradición (des)formativa del "marxismo-leninismo" (de arraigambre stalinista), por lo cual cada vez lo debates deben hacerse más intensos en desfalsificar categorías, en desentramar ruedos conceptuales, artilugios tautológicos y vacíos categoriales. Para ello no podemos ya dar “ todo ” por supuesto, ya que este proceso a veces tiende a la naturalización de las cosas y las relaciones sociales, lo cual hace que la reflexividad y el pensamiento (dialéctico) se encuadre en un marco determinista, estructuralista y cerrado. Es necesario instalar dispositivos reflexivo/críticos permanente, como único camino explicativo, analítico desde, (y ¿por que no?), la lógica hegeliana.

De ninguna manera y como siempre hay mucho que combatir y menos dejar algo así en el aire sin una discusión que precise claramente los conceptos a utilizar (ver lo dicho por el profesor Borón en referencia a la utilización de las palabras, el lenguaje y el idioma en Marx en referencia a la contradicción entre determinación y condicionamiento). Ahora el concepto de reificación no sé si calza aquí, creo que si hay un oscurantismo y una obnubilación ideológica, a partir de un discurso hegemónico que impera en las ciencias sociales, lo cual más bien implicaría una cosificación de la contradicción (como, por ejemplo, el rol de la institucionalidad e institucionalización del “ conflicto social ”). Pero ¿qué es necesario para cosificar el antagonismo de clase? Una invisibilización y una suplantación parece ser más apropiada, y para ello el conflicto social, desde su emergencia y contingencia, la cual parece ser categorizada o descrita constantemente como “ altamente compleja ”, muestra las huellas de una serie de cambios políticos e históricos que han echo de ciertos debates que representaban un ejercicio irruptivo y subversivo en su momento (y en su espacio), el convertirse en apéndices integrales de la cosificación de las relaciones sociales por el paradigma dominante al interior de las ciencias sociales y del discurso político de la clase dominante.